Llegó el invierno a nuestro país y con él la aparición de ciertas enfermedades estacionales. Por eso desde OSECAC queremos hablarte de la bronquiolitis: ¿qué es? ¿cuáles son sus síntomas? ¿cómo se transmite? Aprovechá a leer esta nota para cuidarte y cuidar a los demás.

De mayo a agosto aparecen las famosas “enfermedades estacionales”. Aquellas que solemos agarrarnos cuando irrumpe el invierno con el frío. Los virus aprovechan este clima ideal para su propagación y por eso nos topamos con mayor frecuencia con gente que queda “de cama”.

En esta oportunidad nos toca hablar de la bronquiolitis. Para empezar debemos responder: ¿qué es? Específicamente, se trata de una infección respiratoria aguda que puede ser causada por distintos virus, siendo el más común el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).

En ese sentido, esta patología ataca directamente las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provocando distintos grados de dificultad para respirar, lo que lleva a síntomas como agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o descansar.

Generalmente, los/as niños/as son los/as más propensos a contraer esta enfermedad, sobre todo aquellos/as que tienen menos de dos años, siendo los/as menores de tres meses, prematuros y aquellos con problemas crónicos de salud, quienes presenten los cuadros más severos de esta enfermedad.

¿Cómo se transmite?

Si bien las bajas temperaturas son el ambiente propicio para la propagación de virus respiratorios, es importante aclarar que el frío no enferma. La trasmisión del virus es de persona a persona. Y este caso, no es la excepción. Las vías más frecuentes para contraer bronquiolitis son:

• De persona a persona, a través de gotas de saliva
• Por el contacto con una superficie contaminada. Por eso es muy importante desinfectar los objetos de uso común de las casas, como así higienizarnos una vez que salimos del transporte público, etc.
• En hogares donde conviven menores de 2 años con niños/as en edad escolar
• Los ambientes que no se encuentren libres de humo
• Por los adultos mayores que conviven con lactantes o niños/as pequeños/as

Para finalizar, te dejamos algunas medidas de prevención:

• Lavarnos las manos frecuentemente, sobre todo a los/as niños/as
• Promover la lactancia materna
• Tener al día el Calendario Nacional de Vacunación
• Higienizar asiduamente los elementos del bebé/a y las superficies donde se lo cambia o se preparan sus alimentos
• Ventilar los ambientes de la casa
• Evitar el contacto con personas que presentan resfriados o tos
• Uso del tapabocas
• Aplicar la vacuna antigripal en lactantes a partir de los 6 meses, en adultos a partir de los 65 años, y en los niños con afecciones crónicas.